Un lugar magnífico para entrar en contacto con la naturaleza, las gentes de aldea y el mar, sin alejarnos de la ciudad.
Esta casona rural me sorprendió desde el primer momento en que la conocí. Cuando uno llega a la aldea de Allariz tiene la sensación de encontrarse perdido en medio del monte, alejado de la ciudad, y sin embargo estamos a tan sólo 3 km. del mar, de las playas y del área turística de Marín.
La casa, toda de piedra, tiene un gran salón junto a la entrada, ideal para reuniones en grupo, con chimenea, mesa, sofás y TV. Cuenta en total con cuatro dormitorios -con TV- de los cuales tres dormitorios tienen baño propio.
Las habitaciones son espaciosas y están bien acondicionadas. También tiene una cocina equipada con distintos electrodomésticos y lista para usar. El interior de la casa es amplio en general y muy acogedor. 
En el exterior, la casa tiene finca propia, con asador y horno de piedra, además del mobiliario de jardín. Sin duda este es un lugar ideal para cenas al aire libre acompañadas de unas extraordinarias vistas.Este establecimiento se encuentra abierto todo el año, por lo que la estancia puede realizarse en las vacaciones de verano o para disfrutar de un fin de semana en invierno.
Por último me gustaría destacar la amabilidad del propietario, que seguro estará encantado de recomendar a los viajeros las rutas y lugares que no pueden perderse -el hombre es taxista- y también en la propia casa hay un rincón con folletos e información turística.
Para más información, el teléfono de contacto es 981 908 536
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